miércoles, 13 de octubre de 2010

CABALLOS QUE HICIERON HISTORIA

Estamos convencidos que deben haber cientos, pero por ahora, éstas son las que hemos encontrado;

GATO Y MANCHA
2 Ilustre criollos

Un 23 de abril de 1925 guiados por el profesor Aimé Tschiffely, partieron desde la Sociedad Rural Argentina en Palermo, estos dos criollitos rumbo a Nueva York. Este audaz caballero nacido en Suiza pero educado en Inglaterra se desempeñaba como profesor de Educación Física e Inglés en el colegio Saint George de Quilmes. Cuenta Don Gilberto Montagni quien se desempeñó como cabañero durante sesenta años en el establecimiento de Emilio Solanet, que cierto día apareció en la estancia un inglés medio loco¨ por Tschiffely que quería dos animales para ir  a Estados Unidos.- El doctor Solanet cedió a su insistencia y le entregó a Gato y Mancha, dos pingos un poco viejos. Pero llegaron justamente porque los caballos eran baquianos y sabían donde debían pisar y que comer, jamás hubiera tenido éxito con caballos jóvenes.
Tres años después, el día 20 de septiembre de 1928 cruzaban la Isla de Manhattan para llegar al City Hall donde los esperaba el alcalde de la ciudad Mr. James Walter.
Luego recorrieron la Quinta Avenida con el trafico suspendido en honor y llegaron al Cuartel de la Policía cerca del Central Park, donde los caballos fueron alojados.
Con esta hazaña se marco el récord universal alcanzado por los caballos, de altura: 5900 metros, temperatura: 18º C bajo Cero, distancia: 21.500 kms. Cubiertos en 504 etapas a razón de 42,6 km. pr día. Los dos Criollos fueron llevados repetidas veces de un clima extremo a otro, de zonas tropicales a desérticas. En su camino fueron tomando agua y pastos buenos y malos, asimilándolos admirablemente hasta demostrar sus extraordinarias condiciones de sobriedad, resistencia y rusticidad. El regreso fue en barco.
Los dos pingos ya tenían 18 años cuando se aventuraron a este desafío y murieron a los 34. De esta forma Emilio Solanet dueño y criador de los caballos, demostró la capacidad de la raza que él había perfeccionado.
Este récord aún no ha sido superado pero la historia tiene un costado más interesante. El jinete que recorrió 20 naciones de América volvió a reunirse con sus dos compañeros de ruta a 70 años de su aventura. Sus restos fueron trasladados en 1998 desde Europa y depositados junto a la tumba de sus entrañables Mancha Y gato para cumplir con su ultima voluntad en la estancia El Cardal.
Por Ley Nacional Nº 25.125  se ha establecido como DÍA NACIONAL DEL CABALLO¨ el 20 de Septiembre, coincidiendo con la llegada de Tschiffely con MANCHA y GATO,  a Estados Unidos y "a los efectos de celebrar la presencia y relevancia con que éste acompañó a la organización histórica, económica y deportiva de la República Argentina..

EL DECANO... Símbolo de la Caballería Argentina y los Granaderos a Caballo!

Aunque ajeno a los sucesos que se van narrando, justo es hacer un recuerdo del famoso caballo colorado de Caxaravilla, tan conocido en el ejército del Alto Perú y de los Andes. Este oficial entró a servir de soldado distinguido en los Granaderos a caballo a principios del año 1813. Como en el Regimiento a todo individuo se le designaba un caballo que se mantenía a pesebre por cuenta del Estado, Caxaravilla mandó traer de una estancia de su señor padre en los “Montes Grandes” al sur de Buenos Aires, un caballo colorado para su servicio. En 1814 marchó ya de alférez, al Alto Perú (hoy Bolivia), llevando su caballo. Hizo en él las campañas hasta “Sipe Sipe”, el 29 de noviembre de 1815, en que salió herido de bala. En 1816 marchó a Mendoza a la formación del Ejército de los Andes. En enero de 1817 trepó los Andes por el camino de los Patos con el ejército. Se halló en la batalla de “Chacabuco”, en que recibió un balazo el 12 de febrero del mismo año; en el combate de “Cancha Rayada”, el 19 de marzo de 1818; en la batalla de “Maipú”, el 5 de abril del mismo año. Hizo la segunda campaña hasta “Arauco” en 1819, hallándose en la acción del “Bío-Bío”, en encuentros con los indios e infinidad de guerrillas. De regreso a Buenos Aires, Caxaravilla trajo a su leal y esforzado veterano. Los años pasaron y siendo ya viejos los dos recordaban las pasadas aventuras. Escuchaban a lo lejos algún clarín o silbido de bala y los ojos marchitos de ambos por los años se corrían avaros de rememorar los viejos tiempos... Esos tiempos en los que ese Guapo llamado Miguel Caxaravilla (o Cajaravilla, actualmente Cajaraville) y su fiel corcel y amigo El Decano, siempre dieron muestras de un valor extraordinario. El Guapo y el Decano... son los mejores ejemplos de nuestra vieja y querida caballería, y estoy seguro que en cada monumento hecho a la memoria de ese fiel amigo como lo es el caballo, estará siempre asociado al Gran Decano.

Fuente: Coronel Manuel de Olazábal “Episodios de la Guerra de la Independencia”, Pág. 26 y Esteban Ocampo.

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