miércoles, 13 de octubre de 2010

HISTORIAS PERSONALES


MADRE EN TODO EL SENTIDO DE LA PALABRA

Un día de 2008 se me ocurrió que era hora que nuestra pareja de Golden Retriever, OLIVIA y SIMÓN,  fueran padres y así sucedió.
No todo salió como esperábamos,  más bien fue una sucesión de hechos desafortunados y hasta trágicos que no relataré en detalle, pero lo más emotivo y destacable es cómo OLIVIA resultó ser una  MADRE ABNEGADA Y EJEMPLAR.
El trabajo de parto comenzó un domingo de noche, cuando mi marido estaba de viaje y yo estaba sola con mis dos hijos de 19 y 21 años.  En comunicación con la veterinaria, el parto se demoraba más de lo normal. Vinieron a hacerle una ecografía a casa y resulta que un perrito se había muerto en el canal uterino e impedía la salida del resto de los cachorros. Tuvimos que conseguir un cirujano de emergencia y trasladar a Olivia hasta un consultorio donde finalmente le hicieron cesárea.  Allí tuvo 10 cachorros que por suerte gozaban de buena salud.  Con Olivia y sus hijos regresamos a casa y la acomodamos en la paridera que ya teníamos preparada desde hacía tiempo para este gran acontecimiento.  Los veterinarios nos había advertido que una vez que a Olivia le pasara el efecto de la anestesia era muy  probable que no reconociera a sus cachorros porque no los había visto nacer y no los quisiera alimentar.  Pero por suerte no pasó, lo primero que hizo fue lamerlos, limpiarlos, y alimentarlos.   Esto no duró más que unos pocos días, porque lamentablemente se le produjo una mastitis por lo que hubo que cortarle la leche, y con una batería de antibióticos intentar pararle la infección que ya le había tomado casi todas las mamas.  Olivia estuvo muy mal, incluso se temía por su vida. Tuvimos que recurrir a un reconocido veterinario el  Dr. Marcelo A. Zone, especialista en Neonatología, Pediatría y Reproducción a quien le estamos eternamente agradecidos. Actualmente es nuestro veterinario de cabecera. Siguiendo con el relato, Olivia estuvo varios días tirada en la paridera, sin moverse, alimentada por suero.  Los cachorritos permanecían a su lado pero ella estaba vendada, para evitar que  los perritos la lastimaran en su afán por seguir alimentándose de su leche.  Nuevamente los profesionales nos advirtieron que ella podía rechazarlos al no poder alimentarlos, pero ella siguió inmutable y pacientemente a su lado, lamiéndolos y limpiándolos ocasionalmente cuando se sentía con un poco de fuerza.  Durante casi dos meses y cada dos horas tuvimos que alimentar a los cachorros con mamadera con leche entera y miel para luego alternar con una alimentación a base de Nestúm. Un caos... que ahora recuerdo con humor, porque la transición de líquido a sólido no resultaba fácil, más si el alimento era un real pegote. Ellos se metían en sus platos con manos, patas, cabeza, un enchastre difícil y  agotador de limpiar.  Pasada esta etapa, y con la recuperación lenta pero firme de Olivia todo iba volviendo a su normalidad. Olivia empezó a pararse, a bajar hasta la calle para hacer sus necesidades y volver enseguida para no perder el control de sus hijos. Pero la historia no terminó acá.  Cuando Olivia volvió a su alimento balanceado, comprobé que en varias ocasiones, terminaba de comer en la cocina, y se apresuraba a acercarse a sus cachorros.  Sorprendentemente comenzaba a hacer arcadas y terminaba vomitando la comida que hacía instantes había consumido y obviamente los cachorritos se la comían.   Este hecho, que le parecerá desagradable a  muchas personas, era un acto de amor supremo!  Consultando en Internet, encontré que los perros salvajes alimentaban así a sus crías, masticando la comida para hacerla puré y luego vomitándola para que estuviera apta para el consumo de sus cachorros.
Yo creo que ésta fue la manera en que Olivia sintió que podía compensar el no haber podido amamantarlos de bebés!  Su instinto y amor maternal primó ante todo.
Para evitar que esto se hiciera una rutina, tuve que empezar a encerrar a Olivia después de comer por un buen rato, hasta que hubiera digerido su comida, porque corría el riesgo de desnutrirse ella misma.
Nosotros nos quedamos con dos cachorros COOKIE y LORENZO, ahora tienen dos años, y es el día de hoy que cuando les pongo su plato de comida a los 4, si alguno de los cachorros termina antes y se va al plato de la mamá, ella da un paso atrás y lo deja comer, motivo por el cual   normalmente les doy de comer por separado. Lorenzo

 Como conclusión, a pesar del tiempo transcurrido, Olivia sigue siendo una
MADRE ADMIRABLE y CONMOVEDORA!!!

 OTRO CASO EMOTIVO

Cuando mis hijos eran chicos, teníamos una quinta de fin de semana y una pareja de Ovejeros Alemanes que habíamos hecho entrenar para defensa y nunca se le despegaban a mis hijos mientras ellos jugaban por el jardín.
Como era de esperar, JOLLIE quedó preñada.  Le pedimos al casero que cuando empezara el trabajo de parto, nos llamara inmediatamente.  Así fue como mi marido un día de la semana recibió el tan esperado llamado y todos abandonamos nuestras tareas, para salir inmediatamente hacia allá.
Cuando llegamos, ya habían nacido uno o dos cachorros. Jollie estaba en su canil y ATILA, su pareja, vigilaba que nadie se le acercara, pero cuando vieron a mi marido, Jollie salió corriendo a saludarlo y saltarle de alegría, era como si le estuviera agradeciendo su presencia y se sintiera protegida por él y Atila por supuesto no se opuso para nada a que mi marido participara de cerca en el parto.
Una imagen que nos llenó de ternura y sorpresa, parecía increíble que en el medio del parto tuviera tiempo y fuerzas de correr hacia mi marido!

 NUESTROS OVEJEROS

Como perros de defensa y compañía no entraban a la casa, dormían en su canil en el jardín o en el garaje si había tormenta, pero los días que estábamos tenían una rutina.  Cuando escuchaban que yo me levantaba empezaban a merodear alrededor de la casa. Entonces yo les abría la puerta, poniéndome en un costado para que no me atropellaran y subían como bólidos hasta donde dormía mi marido.  Lo saludaban a puro lamido y se acostaban en el piso a su lado, esperando que se levantara.
Los recordamos con un inmenso cariño, por el amor que recibimos de ellos mientras vivieron con nosotros, por su lealtad, y por su dedicación al cuidado de nuestros hijos.

NUESTROS CABALLOS

Nuestro primer caballo fue DON FILO. Un alazán muy manso y muy noble.
En sus primeras vacaciones lo llevamos a un campo para que descansara durante el verano, junto a otros caballos con los que compartía su tiempo en le Escuela de Equitación.   Nunca voy a olvidar la sensación inigualable que sentí cuando los caballos fueron liberados uno a uno, hacia el campo, en libertad!  La alegría con que corrían, retozaban, se revolcaban, fue una de las más lindas experiencias que me tocó vivir.
Cuando nos fuimos, nos dijeron los que quedaron, que Don Filo nos siguió a lo largo de toda la cerca como despidiéndose, o no queriendo que nos fuéramos!
Eso no los perdimos, pero fue muy emocionante saber que ya se había creado un lazo entre nosotros que se mantiene hasta el presente.

Después de Don Filo, vino la PREFERIDA, y luego un padrillo llamado DON LEO.  Ambos tuvieron una potranca preciosa, que se llama RAPSODIA BOHEMIA.  Rapsodia se crió con su mamá en un campo donde estuvieron alrededor de dos años.  Nosotros las visitábamos periódicamente y presenciábamos con asombro su rápido crecimiento.  Siempre que nos veía corría a saludarnos, claro, y a buscar las zanahorias que infaltablemente llevábamos con nosotros.  Cuando mi marido se hizo cargo de la Escuela de Equitación de un country en Escobar, madre e hija vinieron con nosotros. 
También tenemos madre e hija ponies, JOSEFA y JOSEFINA que siempre estuvieron juntas. 

Hace poco, Rapsodia y Josefina fueron llevadas a un campo vecino para ser domadas. Me contaron que Preferida y Josefa, solían relinchar en soledad llamándolas. Al cabo de unos meses, ambas regresaron, y dicen los que estuvieron presentes que los relinchos de unas y otras, festejando el reencuentro fue conmovedor.


Yo tenía entendido que tanto perros como caballos, después del destete, rechazaban o desconocían a sus crías, algo que obviamente no es cierto, Ya que ni la separación temporal logró romper ese íntimo y profundo vínculo que las une!
Prefe y Rapso en la actualidad.

Los perros de mi vida, a los que amé y recuerdo con amor!


Mafalda y cachorros!

Petunia, Mi adora cachorra, hija de Mafalda.

Mafalda, increíblemente buena y tierna!

Carolito,  el terrible!


Mi dulce y amada Rosita!




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